martes, 26 de mayo de 2009

Trailer

Una historia de amor que conmovió a la sociedad del siglo XIX y se convirtió en mito de Buenos Aires.

Felicitas - Inspirada en la trágica vida de Felicitas Guerrero

Dirigida por Teresa Costantini 


Vestuario - Beatriz Di Benedetto

Diseño de Vestuario
Beatriz Di Benedetto

Diseñadora de vestuario, licenciada en escenografía de Universidad Nacional de La Plata.

Desde el vestuario participa en la reconstrucción de imágenes de época y en el diseño de personajes. Contaron con su diseño más de 30 largometrajes, miniseries nacionales y extranjeras filmadas en la Argentina, teatro, ópera y publicidad.
Trabajó con Carlos Saura en el vestuario de “Tango” -nominada para el Oscar- y en el capítulo "El Sur” de la miniserie “Borges”.
Diseñó personajes como “Meme” en “El Faro”.
Intervino en las películas “Asesinato en el Senado de la Nación”, “América mía”, ”Diarios de motocicleta”, ”La Fuga”, ”Las Manos”, “La Señal”.
Ideó imágenes de personajes de ficción-circo en “Acrobacias del corazón” de Teresa Costantini.
Comparte su tarea en cine con la docencia, seminarios y conferencias referentes al vestuario cinematográfico.
Premios Cóndor de Plata 2006 por "Las Manos", "Sur" 2006 por "Las Manos", Cóndor de Plata 2007 por "La Señal", "Sur" 2007 por "La Señal".


Arte - Cristina Nigro

Dirección de Arte
Cristina Nigro

Escenógrafa, egresada de la Universidad del Salvador, Buenos Aires.

Invitada para conducir cursos y seminarios en escuelas del exterior tales como San Antonio de los Baños, Cuba y la Escuela de Cine de Montevideo, Uruguay.
Se ha desempeñado como Directora de Arte y Escenógrafa en varios largometrajes como así también en publicidad, en más de 50 comerciales nacionales e internacionales para diversas productoras.
Dirección de Arte
- 2008 “Disculpe la molestia” - Dir. Luca Manfredi
- 2007 “Cordero de Dios” - Dir. Lucia Cedrón
- 2006 “No mires para abajo” (post producción) - Dir. Eliseo Subiela
- 2005 “Torrente 3” - Dir. Santiago Segura
- 2004 “Un Buda” - Dir. Diego Rafecas
Escenografía
- 2003 “Roma” - Dir. Adolfo Aristarain.
- 2001 “Whisky Romeo Zulu” - Dir. Enrique Piñeyro
- 1999 “Ojos que no ven” - Dir. Beda Docampo Feijoo
- 1996 “Dónde estás amor de mi vida que no te puedo encontrar” - Dir. Juan José Jusid
- 1991 “El lado oscuro de corazón” - Dir. Eliseo Subiela


Música

El compositor Nico Muhly asistió a la Columbia University y la Juilliard School, donde estudió con Christopher Rouse y John Corigliano.
Antes de graduarse, Muhly comenzó a trabajar para Philip Glass, conduciendo y realizando demos para sus partituras de películas.
Las obras de Muhly han sido estrenadas por la Sinfónica de Chicago, la Orquesta Juilliard, la Orquesta del Instituto Tanglewood de la Universidad de Boston, la Orquesta Boston Pops, el Coro Clare College, el Coro Saint Thomas Church de Nueva York y la Ópera de París, entre otros.
Ha escrito partituras para las películas Choking Man (2006), Joshua (2007), Margaret (2009), y para El lector (2008), nominada para el Premio de la Academia de Hollywood.
Es también un experto intérprete, arreglador y director de músicos tales como Björk, Rufus Wainwright y Antony de Antony and the Johnsons.
Sus dos álbumes, Speaks Volumes (2007), Mothertongue (2008) y shows en vivo han recibido un gran reconocimiento de la prensa internacional.
Sus próximos trabajos incluyen una ópera desarrollada por el Metropolitan Opera y la English National Opera y una danza con el coreógrafo Stephen Petronio.

Elenco

El amor, la pasión que lo vuelve inmortal, el patriarcado y sus reglas duras e inamovibles, la rebeldía, que exige coraje y resignación, la tragedia. Todos estos elementos están presentes en la breve vida de Felicitas Guerrero. Personaje que con el tiempo se convirtió en mito de Buenos Aires.

Todo ello despertó el interés de Teresa Costantini para filmar esta historia real cuyo desenlace conmovió a la sociedad argentina del siglo XIX.
Un largo proceso de años, superando múltiples obstáculos hasta conformar el guión definitivo y la consecuente realización de la película, dan muestra del extraordinario esfuerzo que hoy es “Felicitas”.

La tarea de elección del elenco presentaba, al mismo tiempo, otro gran desafío. Encontrar a los mejores Felicitas y Enrique era clave para la historia. Y luego Guerrero y Álzaga, sus contracaras fuertes y poderosas. Y asimismo cada uno de los integrantes de este drama.
El resultado no es otro que un verdadero logro de alquimia y entrega, reflejado en figuras consagradas, magníficas revelaciones -que darán que hablar- y performances de alto vuelo. Ellos, actores y actrices, han sabido interpretar y reflejar los distintos matices en la caracterización de estos complejos personajes, con un compromiso conmovedor. Le han dado vida en la ficción a esta historia que sucedió en Buenos Aires y sus alrededores allá por los años 1862 a 1872.

Felicitas > No es cierto que el amor muera

“Aquel que camina una sola legua sin amor, camina amortajado hacia su propio funeral.”

La historia de Felicitas Guerrero llegó a mí hace más de veinte años. Un breve relato de la misma señala a una joven mujer, reconocida por su incomparable belleza y heredera de una inmensa fortuna, asesinada por su amante en Buenos Aires, en un tórrido verano, allá por enero de 1872. Esta breve descripción de los hechos disparó mi curiosidad y mi imaginación. Me pregunté porqué soy tan propensa a interesarme por la tragedia, porqué me produce tanta intriga y fascinación un crimen pasional. Porqué el amor y la muerte aparecen con insistente frecuencia en mis escritos. La decisión de hacer una película sobre su drama estaba tomada.

El espíritu del Siglo XIX se ha caracterizado por el acento dramático de un romanticismo heroico y exaltado. Infinitos relatos y cartas de hombres y mujeres que habitaron nuestra tierra así lo atestiguan. La familia patriarcal -que fue también la mía- funcionó como un paradigma de la sumisión, y mi ser mujer confrontó en un mundo dominado por los hombres, junto a mi pasión por las historias de amores imposibles. Debí atravesar múltiples experiencias personales antes de abordar este film, que demandó un arduo proceso de seis años hasta alcanzar el guión definitivo que acompaña este libro.

En una era dominada por las comunicaciones vivimos atravesados por un mundo que, paradójicamente, promueve el individualismo, la inmediatez en la concreción de los deseos, el erotismo exacerbado, la incomunicación y la ilusión de atrapar la juventud eterna. Un mundo que parece haber olvidado la responsabilidad -y el júbilo- que encierra el compromiso del amor.

Felicitas me plantea, pues, el desafío de una historia épica donde el amor heroico convive entramado con la acción, la intriga y la más absoluta desolación. Elijo narrar a Felicitas y a Enrique amándose, más allá de los impedimentos, más allá de la larga y dolorosa separación, más allá -aún- de la obediencia y de las desafortunadas decisiones, ajenas a la voluntad de ambos, que trastocaron un destino. Sé que solo así puedo abordarla porque -sospecho- el misterio encierra un gran amor.

La pasión me impulsa, como un motor incansable, en todos los ámbitos de la vida;me considero una romántica incurable. La historia de amor de Felicitas y Enrique se ajusta, con precisa fineza, a mis deseos de bucear en la complejidad de sus reglas inamovibles, en lo inevitable, en su sino trágico.

Hace ya muchos años que, influenciada por el cine de María Luisa Bemberg y habiendo tenido a “Camila” entre mis proyectos, sueño con una gran historia, con un relato que amalgame, generosamente, sensibilidad, romanticismo e infortunio. Así, vuelvo una y otra vez a “The Piano”. Me inspira esa intimidad penumbrosa de los personajes, en contraste con aquellos amplios planos de esa tierra salvaje sobre el mar. Viene a mi memoria "Sensatez y Sentimientos" y sus mujeres. Ellas, que esperan al hombre, lo desean en silencio o a viva a voz, sufren el camino inesperado del amor y nos brindan exquisita emoción. Asimismo "Fanny y Alexander", sus colores, sus texturas, lo que sucede por debajo de una apariencia bella; la descripción precisa y realista de la muerte. Fijo los rituales, los gestos, las costumbres, lo simple y reconocible, la vida misma. Y por supuesto Lorca, el gran poeta, siempre presente en mis reflexiones: la sangre que llega al río, el calor de la pasión que arrasa con uno, ausentándose el espacio para el reposo. Arranca de raíz el equilibrio, sin concesión alguna.

Felicitas me habla de mis antepasados. Ella me ha elegido. Quiere que cuente su historia, y le estoy agradecida. Me impongo develar su espíritu, el de su alma en pena, el de una mujer a la que le es negado el derecho a elegir su vida, sometida a la imposición del Pater. Felicitas, una niña-mujer demasiado joven para ver y comprender lo que está en juego cuando no planifica con acierto la fuga, el límite, la conexión única que ofrece la libertad.

Ella me habita. Me siento tomada por sus propios sentimientos, sufro su pena. Me conmueve esa joven pura e inocente, inmersa en sueños, frágil de toda fragilidad en su amor por Enrique. Y al decir de Flaubert, yo también soy Felicitas.

El compromiso que supone entregarme a la realización de este film lleva implícito la manifestación de cada faceta de mi ser. Estoy decidida y enfocada con el descubrimiento que ello conlleva. Su fantasma me persigue. El mito urbano, creado a partir de su muerte, me subyuga.

Han transcurrido más de veinte años. Los obstáculos en la realización fueron innumerables. A pesar de ello me negué enfática y persistentemente, en este largo camino, a que se interpusieran o disiparan el centro de mi atención. Dicen que sólo así se consigue la libertad absoluta puesto que una, lejos de estar sola, involucra y atrae el infinito poder organizador del Universo.

Teresa Costantini
Mayo de 2009

Buenos Aires Producciones

Teresa Costantini

Teresa Costantini es actriz, productora, guionista y directora, radicada en Buenos Aires.
Desde 1994 es Directora Artística de Buenos Aires Producciones.
En 1997 funda la Fundación Arte Vivo, una organización sin fines de lucro que promueve expresiones artísticas locales e internacionales (www.artevivo.org.ar) de la cual es directora.
Teresa nació en Buenos Aires el 9 de octubre de 1949 como María Teresa Correa Ávila.
Comenzó estudios de actuación en 1974, y cuatro años después viajó a Inglaterra donde formó parte del "The Hethersett Players". A su regreso a Buenos Aires, creó su propio grupo de actuación, “Grupo Nuestro”.
Ha actuado como protagonista, así como también en roles de reparto, en cine y televisión y actuó en numerosas producciones de teatro, trabajando intensamente, entre otros, con el teatro de la Alliance Francaise.
En 1989 ganó premios y aclamación por su rol de Adela en el film “Nunca estuve en Viena”.
Desde 2003 al 2006 condujo en radio Mitre el programa semanal “Prólogos” donde invitaba a la audiencia a escribir cuentos. Una compilación de los mismos fue publicada por Editorial Planeta en 2006.
En esta última década se ha dedicado a dirigir y a actuar en sus propios largometrajes. Recientemente dirigió y protagonizó “El Amor y la Ciudad” (2007) y en la actualidad tiene varios proyectos, entre ellos está desarrollando “Hembras” unitario para televisión. Un drama político basado en la vida de feministas más relevantes que hicieron historia durante la primera mitad del siglo XX en la Argentina.

Teatro
Directora
“Copias” de Caryl Churchill (2004)
Actriz
Narrador, “Rebelión en la granja” (adaptación de la novela homónima de George Orwell) (1994)
Jane, “Hijos” (1993)
Ella, “La Conversación” (1993)
Protagonista, “De Amor y Celos” (1981)
Elenco de Reparto, “La Ilusión Cómica” (1981)
Elenco de Reparto, “Pantuflas”” (1979)
Lady Greyton, “Nosotros los Mejores” (1978)
Dame bijoux, “Canción de Salomón” (1978)
Myra Arundel, “Fiebre de Heno” (1977)
Elenco de Reparto,“El Caballo Desmayado” (1977)
Mme Martin, “La Cantante Calva” (1974)
Hija, ”Los dos Tímidos”, (1973)
Carbonero, ”La Farsa del Carbonero”, (1973)
Filmografía
Directora - Guionista
“El Amor y La Ciudad” largometraje (2007) directora, guionista.
“Habitación 306” TV (2003) directora, guionista
“Sin Intervalo” film digital (2002) idea original, directora.
“Acrobacias del Corazón” largometraje (2000) directora, guionista.
“Los Dueños de los Ratones” - cortometraje (1997) directora, guionista.
Actriz
Elisa, “El Amor y La Ciudad”, largometraje (2004)
Marisa, “Acrobacias del Corazón”, largometraje (2000)
Daniela, “Mar de Amores”, largometraje” (1997)
Anaté, “Bajamar, la Costa del Silencio”, serie de TV (1996)
Periodista, “De Amor y de Sombras”, largometraje (1993),
Viviana, “Rompecorazones”, largometraje (1991),
Emily Bronte, “Cuatro Caras para Victoria”, largometraje (1990),
Adela, “Nunca Estuve en Viena”, largometraje (1989).

Reseña Histórica

Las últimas décadas del siglo XIX en la Argentina, y más aun en Buenos Aires, se destacan por la enormidad de cambios que trajeron. El país salía de una tiranía que había durado dos décadas, al mando del nombrado hombre fuerte Juan Manuel de Rosas. Con una libertad renovada, Buenos Aires se alquiló como sede de gobierno, y comenzó a conocerse como La Gran Aldea. Había influjo de inmigrantes a gran escala. Los límites de la ciudad se expandían constantemente. La arquitectura Colonial española se fusionaba con la de los italianos, los franceses y los ingleses. La Avenida más importante de la ciudad, Avenida de Mayo, florecía con numerosos proyectos como el “tramway” de los ingleses. Aquí era donde se encontraba situado el barroco Club del Progreso, donde se fraguó la clase política del país durante muchas décadas. El ambiente de los socios de la elite cuajaba una colorida mezcla de ideales Europeos con aquellos de vida criolla. Presidentes, Gobernadores y Estancieros conspiraban aquí en nombre del Progreso, el ideal del momento.
Durante el siglo XIX, Argentina contaba con una importante población negra que desapareció misteriosamente, creando dudas y motivos improbables entre historiadores y antropólogos. Esta población Afro Argentina desempeñaba un rol importante en la sociedad de esos tiempos y llegó a formar parte de una clase media con su propio periódico, lugares de reunión e incluso una enramada formación política. Es reconocido, que gran parte de la población negra fue enviada a morir en el frente de la llamada Guerra de la Triple Alianza. Con apoyo estratégico y financiero Británico, Argentina, Uruguay y Brasil juntaron sus fuerzas para aniquilar a la nación más desarrollada de la región, Paraguay. Esta guerra duró cinco años, desde 1865 a 1870 con los paraguayos rehusando firmemente a rendirse hasta que la población masculina quedó reducida a una quinta parte. Niños de hasta nueve años de edad eran enviados a morir en batalla con burdos bigotes dibujados con betún para afear sus infantiles rostros.
El año 1870 dio lugar a cambios radicales en Buenos Aires. La música Afro Argentina, el Candombe, se mezcló en las zonas pobres con los ritmos tradicionales traídos por los inmigrantes europeos, fermentando en los cimientos de lo que más tarde sería el Tango. Llegaban los últimos malones de indios a las fronteras de la ciudad, acosando a la civilidad con su invocada barbarie. El transatlántico “América” se hundió en las costas del Río de la Plata. Hacia 1872 la población Argentina, fue fuertemente diezmada por la epidemia de la Fiebre Amarilla. Aunque la plaga aniquiló a gran parte de la población, no logró detener la carrera desbocada hacia el gran Progreso.

Sinopsis

Buenos Aires 1862. A los quince años, Felicitas Guerrero, hija mayor de una numerosa familia de la burguesía comercial, de luminosa e irresistible belleza, desata una intensa pasión amorosa en el romántico Enrique Ocampo, al que corresponde con igual fervor.
El destino de la joven pareja se tuerce cuando, en el marco de una sociedad patriarcal, en el que la gran mayoría de las mujeres pasan de ser propiedad del padre a ser propiedad del marido, el padre de Felicitas la entrega en matrimonio al hombre más acaudalado de la Argentina, Don Martín de Alzaga, 40 años mayor que la joven, desoyendo las súplicas y el visceral rechazo de la muchacha a ese matrimonio.
Luego de un frustrado intento de fuga, en el que la joven pareja se promete amor eterno y un futuro epistolar que los mantendrá ilusoriamente unidos, desconsolado, Enrique Ocampo se alista en el Ejército y parte a la guerra con Paraguay, imponiéndose un alejamiento de la joven, tal vez con la secreta intención de olvidar o más probablemente buscando la muerte.
Felicitas narra la trágica historia de amor de dos jóvenes desgarrados por el deseo y el deber, la pasión y la culpa en tiempos de guerras sangrientas, la plaga de la fiebre amarilla, y la carrera desbocada hacia el progreso social.

viernes, 8 de mayo de 2009

FELICITAS. LARGOMETRAJE DE FICCIÓN INSPIRADO EN UN CASO REAL.

Buenos Aires, segunda mitad del siglo XIX. “Felicitas” es la historia de un amor nacido y contrariado durante la adolescencia, que perdura en la juventud y culmina en un trágico desenlace.

A los quince años, Felicitas Guerrero, hija mayor de una numerosa familia de la burguesía comercial, de luminosa e irresistible belleza, desata una intensa pasión amorosa en el romántico Enrique Ocampo, al que corresponde con igual fervor.

Los jóvenes mantienen un inocente noviazgo a espaldas del orden familiar, en el marco de una sociedad signada por la autoridad patriarcal, en el que la gran mayoría de las mujeres pasan de ser propiedad del padre a ser propiedad del marido.

Los únicos testigos de esta historia son Manuela Solá y Cristian Demaría, primos de la joven Felicitas y ligados a ella y a Enrique por contradictorios sentimientos.

El destino de la joven pareja se tuerce cuando el padre de Felicitas la entrega en matrimonio al hombre más acaudalado de la Argentina, Don Martín de Álzaga, 40 años mayor que la joven, desoyendo las súplicas y el visceral rechazo de la muchacha a ese matrimonio concertado con un hombre al que solo vio algunas veces como amigo de su padre.

Pero la ambición de Carlos Guerrero no atiende razones y el casamiento se concreta luego de un frustrado intento de fuga, en el que la joven pareja se promete amor eterno y un futuro vínculo epistolar que los mantendrá ilusoriamente unidos.

Desconsolado, Enrique Ocampo se alista en el Ejército imponiéndose un alejamiento de la joven, tal vez con la secreta intención de olvidar o, más probablemente, buscando la muerte.

La vida de casada de Felicitas transcurre en la estancia La Postrera, en días interminables junto a un marido al que no ama pero tampoco odia, ya que es hombre de buen trato, sinceramente enamorado de su mujer. Durante los primeros años, sólo la mantiene viva el recuerdo de Enrique y la espera de las prometidas cartas que jamás llegarán a sus manos y, más tarde, la necesidad de saber sobre su amado, ya que se empezó a librar la guerra con Paraguay y Enrique está peleando en el frente. 

El nacimiento de su hijo Félix pone luz en la vida de Felicitas, que deposita en ese niño todo el amor y la alegría postergados.

Es en las vísperas de los Carnavales de l870 cuando los enamorados se reencuentran. Ante un viaje que aleja a su marido, Felicitas se instala con su hijo en la casa de sus padres, en Barracas.

Por su lado, Enrique abandona esa guerra fratricida, asqueado de las atrocidades y estragos que presenció y vivió. Es ahora un hombre escéptico, pero obsesionado aún por su amor intacto hacia Felicitas y resignado, a su pesar, ante la decenas de cartas que le envió y que jamás tuvieron respuesta. Pero Manuela Solá le despeja toda duda; fue ella quien retuvo las cartas, movida por su  secreto  y vergonzante amor hacia Enrique. Arrepentida, también se confiesa ante su prima Felicitas,  que huye hacia su estancia dejando a su niño en manos de los abuelos para que disfrute de los esperados Carnavales.

El amor de Felicitas y Enrique finalmente se consuma en La Postrera, adonde acude desesperado Enrique siguiendo los pasos de su amada.

Pero la felicidad de la pareja dura un par de días. El pequeño Félix, allá en Barracas, es una de las primeras víctimas de la fiebre amarilla que luego se desatará como epidemia. Durante la agonía del niño, Felicitas ruega a la Virgen por su salvación, pero sus ruegos no son escuchados y el niño muere una noche en brazos de su desesperada madre.

A su regreso, Álzaga no resiste esta terrible pérdida; su salud se quebranta y su propia tristeza sumada al desconsuelo de Felicitas lo vulneran,  precipitando su muerte.

Felicitas Guerrero de Álzaga es su heredera universal; luto tras luto, ya con 24 años y su belleza  intacta, se reinserta en la vida social porteña. 

Luego de la sucesión de pérdidas, Felicitas  ya no es la misma mujer. Intenta cortar con su doloroso pasado y rechaza, amordazada por la culpa, a Enrique, a quien percibe irremediablemente ligado a la muerte de su hijo.

Se abre en su vida, por primera vez, la posibilidad de saber qué es lo que desea ahora para si.

En esta búsqueda conoce casualmente a Samuel Sáenz Valiente, un estanciero vecino, joven,  simpático y generoso, que le abre la perspectiva de un futuro placentero, fresco, lejano a las relaciones atormentadas que signaron su vida. Felicitas debe luchar contra su padre, que ha ocupado el lugar de su marido y que no parece mirar con buenos ojos un nuevo casamiento. 

No obstante, el compromiso se anunciará en una reunión familiar en la estancia La Postrera.

Enrique Ocampo, se entera y portador de un amor intacto, aunque enfermizo y obsesivo, impedirá que ese futuro planeado por Felicitas se concrete.

El  trágico desenlace que desencadena Enrique pone fin a  la historia de un amor poderoso, apasionado, pero contrariado y plagado de desencuentros.

En su agonía, pese a lo sucedido, el último pensamiento de Felicitas es para Enrique Ocampo, el amante impetuoso, fiel y desgraciado.